Te espera una buena cena tranquila con un vino de calidad.... ¡Y luego esto! ¿Cómo puede ser? No se puede echar vino en vasos así, eso está claro.
Para que esto no te vuelva a ocurrir, te explicamos aquí todos los pasos para pulir tus vasos a mano. Los vasos pulidos a mano simplemente brillan más y por eso cogerás con gusto el paño de pulir.
Pero si necesitas hacerlo rápidamente, el lavavajillas también hará un buen trabajo, por supuesto. Lo mejor es elegir un programa suave para esto. Algunos lavavajillas tienen incluso su propio programa de limpieza de vasos. Recomendamos pulir los vasos después de limpiarlos en el lavavajillas. Sigue nuestras instrucciones a partir del paso 3.
Coloca junto al fregadero todos los utensilios necesarios:
Y ya empezamos
Paso 1: Limpiar
Limpia los vasos con agua tibia y un poco de detergente lavavajillas. Lo mejor es utilizar un paño de esponja suave.
CONSEJO: Cuando limpies con una esponja, asegúrate de utilizar el lado suave, ya que el lado áspero y rugoso puede rayar el vaso. Puede que estos arañazos no sean inmediatamente visibles a primera vista, pero los depósitos como la cal se acumularán en estas protuberancias y tus vasos dejarán de estar limpios. Los vasos se volverán turbios, "opacos" o "ciegos".
Paso 2: Aclarar
Después, aclara bien los vasos con agua limpia para que no quede ningún resto de detergente en el vaso
Paso 3: Escurrir
A continuación, coloca los vasos con la abertura hacia abajo sobre un paño de cocina para que escurra el exceso de agua.
CONSEJO: Asegúrate de utilizar un paño de cocina muy absorbente para ello. Esto absorberá el agua que se escapa de los vasos y evitará que el exceso de agua gotee sobre tu superficie de trabajo.
Paso 4: Limpiar
Lo ideal es utilizar dos paños pequeños para pulir los vasos – un paño en cada mano – o uno suficientemente grande para cubrir todo el vaso. Evitarás las molestas y feas huellas dactilares. Ahora coge tu paño para pulir el vaso y pule primero el fondo y, si es necesario, el tallo de tu vaso. Sujeta el vaso por la parte inferior mientras lo haces. Luego pule el resto. Para las copas, sujeta la copa con una mano y pule con el paño en la otra. No gires nunca el tallo, la base o la copa en direcciones opuestas.
Si has limpiado los vasos en el lavavajillas, seca la parte inferior de los vasos antes de sacarlos de la máquina. Esto evitará que el agua corra por el cristal hasta la abertura y te ahorrará trabajo innecesario.
CONSEJO: Para conseguir un efecto brillante especial, mantén el vaso brevemente sobre vapor antes de pulirlo.